Jorge Bucay

Frases Breves de Jorge Bucay

Biografía Breve de Bucay.

Jorge Bucay nació en Argentina el 30 de Octubre de 1949, es un médico especializado en enfermedades mentales, psicoterapeuta gestáltico, psicodramaturgo y un famoso escritor de libros de autoayuda.

Se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires en el año 1973 y luego realizó una especialidad en enfermedades mentales. Posteriormente se formó como psicoterapeuta gestáltico.

Trabajó y participó en seminarios, congresos, en varios país de Latinoamérica y España e incluso fue miembro de la Asociación Americana de Terapia Gestáltica, hasta llegó a tener su propio programa televisivo.

Es considerado como uno de los psicólogos más prominentes, sus libros se han convertido en best seller en muchos países, ya que a través de estos ofrece herramientas terapéuticas de sanación.

Tiene una veintena de libros publicados, entre los que se destaca su primer libro “Cartas para Claudia” publicado en 1986 y varias obras llamadas “hojas de ruta”, El camino de la espiritualidad,  el camino de la felicidad, el camino de las lagrimas, el camino del encuentro, el camino de la autodependencia.

Las mejores 120 frases de Jorge Bucay.

¿El camino que se elige es siempre el correcto? Lo correcto está en la elección, no en el acierto.

¿Por qué es imposible la independencia? Porque para ser independiente habría que ser autosuficiente, y nadie lo es. Nadie puede prescindir de los demás en forma permanente. Necesitamos de los otros, irremediablemente, de muchas y diferentes maneras.

¿Qué importa lo listos que seamos? De igual forma ocasionalmente nos toca perder.

A los amigos no hay que elegirlos entre aquellos que son capaces de acompañarte cuando lloras; hay que elegirlos entre aquellos que son capaces de reírse de lo mismo que tú te ríes.

Absolutamente todos los miedos que tenemos, los hemos aprendido, no son innatos del ser humano. Hemos aprendido a tener miedo porque nos lo han enseñado.

Amarse significa regocijarse simplemente porque el otro existe.

Cada cosa que yo hago y cada cosa que decido dejar de hacer está motivada por un deseo, pueda yo identificarlo o no.

Cada vez que algo se va, deja lugar a lo que sigue.

Crecer sin que la altura me haga perder de vista lo importante. Y lo importante… es la vida.

Creo que la felicidad puede lograrse, siempre y cuando uno no caiga en la estúpida idea de creer que ser feliz es estar riéndose todo el día.

Cuando eres paciente en un día de rabia, puedes escapar fácilmente de cien días tristes.

Cuando estés equivocado en algo, admítelo crecerá la opinión que yo tengo de vos y de paso me enseñas a admitir también mis equivocaciones.

Cuando tú estás en una relación y te das cuenta de que pudiendo evitarte una migaja de sufrimiento, el otro no lo hace, es porque todo se ha terminado.

Cuando tú me criticas, en realidad estás criticando a las partes de mí que te resultan idénticas a las tuyas. Una roca no me irritará al menos que se encuentre en mi camino.

Cumple las promesas que hagas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; si es una penitencia sostenla.

Dado que estaré conmigo para siempre, bueno sería colocarme conscientemente de mi lado.

Déjame valerme por mí mismo. Si lo haces todo por mí, nunca podré aprender. Por si lo olvidaste, sólo se aprende de los errores.

Deseo que conozcas cosas mías que seguramente te disgustarán.

Deseo que cuides de mí sin que eso comporte anularme.

Deseo tu ayuda sin que por ello decidas por mí.

Después de andar sólo queda un paso, confiar en el resultado final y en nuestras habilidades, dones y posibilidades.

El amor no se halla en nosotros para sacrificarlo por el otro, sino para disfrutar de su existencia.

El autorespeto es defender la dignidad por encima de la necesidad de aprobación.

El camino marca una dirección. Y una dirección es mucho más que un resultado.

El deseo solamente sirve mientras este se dirija hacia la acción que lo satisfaga.

El paso más importante en el crecimiento es volverse un conocedor de uno mismo, de lo peor y lo mejor de mí.

Las Mejores Frases de Julio Cortázar

El rumbo de la vida lo marca el sentido que alguien quiera darle a su propia existencia.

El sabio no pretende nada, ni ser bueno, o fuerte, dócil, ni rebelde, tampoco contradictorio ni coherente. Simplemente, quiere ser.

El sordo siempre cree que los que bailan están locos.

El tiempo que es disfrutado está compuesto por los momentos que verdaderamente han sido vividos.

El único temor que me gustaría que sintieras frente a un cambio es el de ser incapaz de cambiar con él; creerte atado a lo muerto, seguir con lo anterior, permanecer igual.

El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.

El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.

Equivocarse es parte importante del aprendizaje, ya que sin equivocaciones no hay crecimiento.

Es cierto que nadie puede hacer siempre todo lo que quiere, pero cualquiera puede no hacer nunca lo que no quiere.

Es mediante la actualización y la expresión de los sentimientos que la persona en duelo se puede sentir aliviada y liberada.

Es tu derecho y obligación ser quien realmente eres. Lo mejor que puede suceder es que te conviertas en alguien auténtico.

Estar cerca del que más sabe hace más sabio al que no sabe.

Grabamos en nuestra memoria, no puedo y nunca podré. Hemos vivido teniendo ese mensaje que nos impusimos y nunca más lo intentamos de nuevo.

Hacer el amor implica una conexión con el amor que no se da todo el tiempo, ni siquiera entre dos personas que se aman.

Hay circunstancias en donde miras hacia atrás y no sabes qué sucedió. Simplemente sabes que desde que ocurrió, nada volvió a ser igual.

Hay que amarse con los ojos abiertos.

Intentar escapar de los malos pensamientos es ir a buscarlos.

Jamás debemos olvidar quienes somos o de dónde venimos, la vida da vueltas y existe la posibilidad de regresar al mismo lugar.

La belleza aparece en nosotros a partir de quien uno es.

La elaboración del duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia.

La felicidad es alcanzable cuando uno no cae en la estúpida idea de creer que para ser feliz es necesario sonreír todo el día.

La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.

La felicidad que algunas personas sostienen que se puede lograr exclusivamente a través de la religión es a menudo producto de un planteamiento superficial de la vida sobre la que no se reflexiona.

La libertad es ser quien yo soy, no quien esperan que sea.

La magia solo dura mientras persiste el deseo, la ilusión va y viene con el grado en el que se desea algo.

La muerte de un ser querido es un hecho inevitable en nuestras vidas y el crecimiento que de eso deviene también.

La muerte llegará, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.

La principal virtud de un héroe es esa que le permite enfrentar las cosas sin tener que esforzarse de parecer a lo que los demás dicen que debe ser.

La verdad es que estoy muy amigado conmigo. No dejaría de ser quien soy para ser ningún otro, y esto me congratula.

Lamentablemente he aprendido la dolorosa frase que dice: habla mal que algo queda. Hay gente que se pone contenta de que se hable mal de mí porque están esperando que yo caiga para poder ocupar el espacio que yo tengo.

Las circunstancias se han complicado tanto últimamente que es verdad que tener trabajo es una bendición.

Las dificultades se nos revelan, pues, como etapas positivas de la vida, ya que son ellas las que nos permiten llegar a la felicidad.

Las oportunidades y la suerte siempre visitan a las personas.

Libertad es correr los riesgos que yo decida correr, siempre y cuando esté dispuesto a afrontar por mí mismo los costos de dicho riesgo.

Los cuentos ayudan a dormir a los niños pero también a despertar a los adultos.

Me aterra vivir con una persona que me considere imprescindible en su vida, pues, son pensamientos de manipulación y siniestros.

Me permito buscar lo que considero que necesito del mundo y no esperar que alguien me dé el permiso de obtenerlo.

Me permito correr riesgos que decida correr, con la condición de pagar yo mismo los precios de esos riesgos.

Nada que sea bueno es gratis.

Nadie sabe las goteras de una casa hasta que está adentro.

Nadie tiene más posibilidades de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a sus deseos.

No creo en los logros que se consiguen desde el esfuerzo. Sí creo en la elección de un camino, si creo en los rumbos que me fijo.

No deseo obstruirte, no quiero que estés conmigo porque soy yo quien no te deja ir.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por vos, ni siquiera para sacarte de un apuro. Me hace sentir mal y perder la fe en lo que dices.

No digas que eres un perdedor antes de llegar a la evaluación final.

No estés siempre dando órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

No hay ninguna felicidad, y de eso estoy seguro, que se pueda obtener de escapar, y mucho menos de huir hacia el pasado.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me haces quedar mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.

No me des sin medida todo lo que te pida. A veces pido para saber hasta cuánto es razonable tomar.

No me digas: “No tengo tiempo para tonterías” cuando te cuente un problema mío. O “Eso no tiene importancia”. Trata de comprenderme y ayudarme.

No me exijas que te diga “porqué lo hice” cuando hago algo que no está bien. A veces ni yo mismo lo sé.

No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero perder el respeto por ninguno de los dos.

No me gusta esa educación según la cual tú tienes que pelearte por superar a los demás y no por superarte a ti mismo.

No nos enamoramos del potencial del otro, sino de lo que el otro verdaderamente es. Y mientras estemos juntos, alentemos para que lo deje salir cada vez más.

No olvides que, bueno o malo, esto también pasará.

No puedes darte por vencido antes de ser vencido.

No sabía si era yo el que hacía siempre malas elecciones de las compañías, o la gente era diferente de lo que yo esperaba…

No se puede negociar la autenticidad a cambio de una aprobación.

No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.

Las Mejores Frases de Napoleon Hill

Para depender de mí mismo tendré que pensar en mí como el verdadero centro de lo que me pasa.

Para mí, la violencia es una consecuencia de la competencia, y la competencia es una consecuencia de la rivalidad y la comparación; y la rivalidad y la comparación son una consecuencia de una cultura de consumo en la que se nos educa para compararnos todo el tiempo con otros.

Para poder volar debes crear un espacio al aire libre para así poder realmente abrir tus alas.

Para volar hay que empezar corriendo riesgos. Si no quieres, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.

Por lo general, la psicoterapia se dirige a los obstáculos psicológicos que se interponen en el camino hacia lo que buscamos y se supone que cuando es completamente eficaz acaba con todos ellos.

Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.

Quiero abrir mi mano y poder soltar lo que no está, no sirve, no es para mí y lo que tampoco me pertenece.

Quiero que me aceptes sin que pretendas cambiarme.

Quiero que me oigas sin que me juzgues.

Quiero que tengas una opinión pero sin darme consejos.

Ser feliz es sentir las convicciones de estar en lo correcto.

Si está en un callejón sin salida, no sea tonto… salga por donde ha entrado.

Si me valoro, acepto, me siento orgulloso de mí, me respeto, sin duda las cosas que haga redundarán en crecimiento personal, y, sin lugar a dudas, querré superarme.

Si necesitase de alguien que esté conmigo todo el tiempo, esa persona debo ser yo mismo.

Si olvidas de ti mismo, los demás seguirán tu ejemplo, te olvidarán y probablemente deduzcan que no existes.

Si para sentirse orgulloso de sí mismo dependemos del éxito, entonces la autoestima se convertiría en una ficción, una simple vanidad y los logros sólo sirven para satisfacerla.

Si para ser aprobados por los demás implica dejar de ser nosotros mismos, eso es demasiado caro y se convierte en una búsqueda sin sentido.

Si uno dice todo el tiempo ¡maldición!, así es difícil animarse y salir de la crisis.

Si uno no toma las decisiones que tiene que tomar, entonces la crisis se eterniza. Y si uno se queda paralizado, eso sí que es un tremendo problema.

Si yo consiguiera ser fiel a mí mismo, fiel de verdad y continuamente, cuánto más amable, cordial, generoso y gentil sería.

Siempre que me sea posible, voy a ver a mis amigos y los abrazo y dejo que me abracen; y si ellos están en condiciones, pues también lloro. Es lo que mejor funciona.

Solo me inquieta un poco pensar que tal vez mañana yo sea demasiado viejo para hacer lo que he dejado pendiente.

Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.

Soltar lo que amamos cuesta y también duele sentir que no somos amados pero en el dolor crecemos, maduramos y en caso de aprender a soltar una parte de nuestra propia historia nos abrimos a lo diferente y desconocido.

Soy el responsable de mis decisiones, por lo que soy responsable de estar o moverme, tomar una decisión o hacer silencio, insistir o desistir, correr riesgos y buscar ese mundo que necesito.

Soy yo y tú eres tú. No estoy en este mundo para cumplir con absolutamente todas tus expectativas y tú no estás para cumplir las mías. Cuando tú y yo nos encontramos es realmente hermoso. Pero cuando encontrándonos, no nos encontramos, no hay nada que hacer.

También nos educan diciéndonos que es con esfuerzo que se consiguen cosas y que, junto esas cosas, llegará la felicidad. La verdad que yo creo que eso es una gran mentira. Una mentira socialmente aceptada, universalmente determinada, pero una mentira al fin.

Todo empieza por la educación que recibimos, así es que deberíamos educar de otro modo. No comparto esa educación según la cual tú eres bueno si eres mejor que alguien, y eres malo si eres peor que otros.

Todos necesitamos el respeto y la estima del afuera para poder construir nuestra autoestima.

Tú eliges hacia dónde y tú decides hasta cuándo, porque tu camino es un asunto exclusivamente tuyo.

Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?.

Tus recuerdos son el ahora, no el allí y entonces.

Un recuerdo resulta útil excepto cuando apoyo mi vida en él. Cuando como persona dependo de él

Una persona neurótica es inmadura, alguien que no puede disfrutar plenamente de la vida, quien no vive en el presente y alguien que interrumpe plenamente su proceso vivencial.

Una vida que sume puede ser el primer ladrillo para construir una vida feliz.

Utilizar la psicología para salsear nuestras necesidades espirituales es pedirle a la psicología que se haga cargo de aquello que como ciencia no conoce y no maneja.

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