¿Quién Fue la Madre Teresa de Calcuta?.
Agnes Gonxha Bojaxhiu conocida como Madre Teresa de Calcuta, nació el de 26 de agosto de 1910 en Skopie, Macedonia del Norte, fue una monja católica que fundó la congregación de las “Misioneras de la Caridad”, fue beatificada por el papa Juan Pablo II en 2003 y canonizada en el 2016 por el papa Francisco.
Desde pequeña descubrió su vocación a Dios y a las causas justas, cambió su nombre a Teresa en referencia a Teresa de Lisieux la patrona de los misioneros.
Estuvo 20 años enseñando como profesora de historia y geografía en el convento irlandés de Loreto con sede en la India, abandonó el convento en 1948.
En 1950 funda su congregación en la India, en la ciudad de Calcuta, con el fin de ayudar a los más marginados, a los pobres, a los enfermos y a los niños abandonados y en especial a luchar en contra del aborto y en pro de la adopción.
En 1952 inaugura el primer hospicio gratuito para moribundos, en 1955 abrió el “Hogar del Niño del inmaculado Corazón” para los huérfanos y jóvenes sin hogar, luego abriría el centro Shanti Nagar para enfermos de lepra.
Comenzó a recibir donaciones internacionales y su congregación empezó a expandirse por el mundo, fundando a los Misioneros de la Caridad, para hombres que quisieran unirse.
En 1979 obtiene el Premio Nobel de la Paz y en 1980 el Bharat Ratna por su labor humanitaria. El 13 de marzo de 1997, después de años de quebrantos de salud, renuncia como jefa de las Misioneras de la Caridad, murió el 5 de septiembre de 1997 a causa de un paro cardíaco, en Calcuta, India.
Frases de la Madre Teresa Calcuta.
“¿Acaso tratan ustedes a los pobres como basurero, dándoles aquello que ya no pueden ustedes usar o comer? Como esto no puedo ya comérmelo, se lo voy a dar al pobre”.
“¿Cómo puede haber demasiados niños? Eso es como decir que hay demasiadas flores”.
“¿El día más bello? Hoy”.
“¿El regalo más bello? El perdón”.
“¿Lo han comprendido, hermanos? Sufrimiento, dolor, humillación, son besos de Jesús. Acérquense tanto a Jesús en su cruz, que él pueda besarlos”.
“¿Qué descuido podremos tener en el amor? Tal vez en nuestra propia familia haya alguien que se sienta solo, alguien que esté viviendo una pesadilla, alguien que se muerde de angustia, y estos son indudablemente momentos bien difíciles para cualquiera”.
“A lo largo del día, repitamos con frecuencia: ‘Lávame, Señor, de mis pecados y límpiame de toda iniquidad’”.
“A todos los jóvenes les digo: Ustedes son el futuro de la vida familiar, son el futuro de la alegría de amar. Mantengan la pureza, mantengan ese corazón, ese amor, virgen y puro, para que el día en que se casen puedan entregarse el uno al otro, algo realmente bello: la alegría de un amor puro”.
“A través de la vida espiritual nos unimos con Jesús: lo humano y lo divino se ofrecen uno al otro”.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
“A veces sentimos que lo que hacemos no merece la pena. Pero siempre hay alguien que lo agradecerá”.
“Algunas personas vienen a nuestra vida como bendiciones. Algunas vienen a nuestra vida como lecciones”.
“Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”.
“Amándolo sin mirar atrás, sin temores, creyendo que sólo Jesús es la vida”.
“Amar es la mejor virtud de una persona”.
“Aprendemos a través de la humildad, a aceptar humillaciones alegremente”.
“Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios”.
“Conocerse a sí mismo es muy importante para el amor, porque conocer a Dios trae el amor, y conocernos a nosotros mismos, la humildad. Por eso los santos pueden decir que se sienten grandes criminales, porque vieron a Dios y se vieron a sí mismos, y notaron la terrible diferencia”.
“Creo que si los países ricos permiten el aborto, son los más pobres y necesitan que recemos por ellos porque han legalizado el homicidio”.
“Cristo se convirtió en el pan de vida porque comprendió la necesidad, el hambre que teníamos de Dios. Y nosotros debemos comer este pan y la bondad de su amor para poder compartirlo”.
“Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo aquella puerta que se cerró que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros”.
“¿Piensa usted que hay demasiadas flores en el campo? ¿Demasiadas estrellas en el cielo? Mire a esta niña, es portadora de la vida; ¿no es una maravilla? ¿Cómo no quererla?”.
“Cuando nos ocupamos del enfermo y del necesitado, estamos tocando el cuerpo sufriente de Cristo y este contacto se torna heroico, nos olvidamos de la repugnancia y de las tendencias naturales que hay en todos nosotros”.
“Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡Pero nunca te detengas!”.
“Cuando recibimos aunque sólo sea una pequeña observación poco caritativa, o cuando nos sentimos víctimas de una falta de consideración, con qué facilidad nos olvidamos de que ¡éste es justamente el momento de compartir con él la ofensa y el sufrimiento!”.
“Cuando renuncio ofrezco mi libre voluntad, mi razón, mi propia vida. Y todo por amor, ya que cuanto más renunciamos a nosotros mismos, más podemos amar a Dios y a los hombres”.
“Cuando, entre Cristo y yo, se produce un vacío, cuando mi amor está dividido, nada puede llenar tal vacío”.
“Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más”.
“Darle a alguien todo tu amor nunca es garantía de que él también te amará, pero no esperes que te amen, solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona. Y si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo”.
“Hay cosas que te encantaría oír, que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón”.
“De la misma manera nosotros, con Jesús en nuestro corazón, debemos servir a los demás con alegría”.
“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja católica”.
“Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de sí mismo”.
“Debemos ser conscientes de nuestra unión y de convertir con Cristo, así como él tenía clara conciencia de su unión con el Padre”.
“Debes entonces decirle: ‘Señor, soy tuyo. Puedes hacer conmigo lo que quieras’. Esta es, hermano, nuestra fuerza y ésta es la alegría del Señor”.
“Difunde el amor donde quiera que vayas. No dejes que nadie se aleje de ti sin ser un poco más feliz”.
“Dios no puede derramar algo donde ya está todo lleno de otras cosas. Jesús lo dijo: ‘No se puede servir a dos señores’, refiriéndose a Dios y al dinero”.
“Dios no va a preguntarle a aquella hermana cuántos libros ha leído, cuántos milagros ha realizado, lo que le preguntará es si ha hecho de lo suyo lo mejor por amor del mismo Dios”.
“Dios se compadece de la debilidad pero no quiere el desánimo”.
“El abandono total en Dios consiste en darse a Dios en forma plena, porque Él se dio a nosotros primero. Y debemos entregarnos de manera absoluta si queremos responder a la magnitud de su entrega hacia nosotros. Sólo si renuncio a mí misma puedo llevar a Dios a vivir en mí”.
“El aborto empobrece a la gente desde el punto de vista espiritual, es la peor pobreza y la más difícil de superar”.
“El aborto es un homicidio en el vientre de la madre. Una criatura es un regalo de Dios. Si no quieren a los niños, dénmelos a mí”.
“El aborto mata la paz del mundo… Es el peor enemigo de la paz, porque si una madre es capaz de destruir a su propio hijo, ¿qué me impide matarte? ¿Qué te impide matarme? Ya no queda ningún impedimento”.
“El amor comienza en casa, y no es lo mucho que hacemos… es cuánto amor ponemos en cada acción”.
“El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos”.
“El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio”.
“El amor, para que sea auténtico, debe costarnos”.
“El camino a la santidad comienza dejándonos vaciar y transformar por el mismo Jesús, para que él llene nuestro corazón y podamos luego dar de nuestra abundancia”.
“El dinero solo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino solo con amor”.
“El fracaso o la perdida de la vocación proviene también de la desidia en la oración”.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”
“El hambre de amor es mucho más difícil de eliminar que el hambre de pan”.
“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”.
“El primer paso hacia la santidad es querer serlo. ¿Qué es un santo sino un alma resuelta, que hace uso de su fortaleza para actuar?”.
“El propósito de un retiro no es otro que el empeño de progresar en la conciencia y el amor de Dios, de purificar nuestra propia persona, de enmendar y transformar nuestra vida en conformidad con la vida de nuestro modelo, Jesucristo”.
“El que no sirve para servir, no sirve para vivir”.
“El que tiene a Dios en su corazón, desborda de alegría. La tristeza, el abatimiento, conducen a la pereza, al desgano”.
“El silencio de la lengua nos ayuda a hablarle a Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y el silencio del corazón, como el de la Virgen, a conservar todo en nuestro corazón”.
“El silencio es lo más importante para orar. Las almas de oración son almas de profundo silencio. Y lo necesitamos para poder ponernos verdaderamente en presencia de Dios y escuchar lo que nos quiere decir”.
“El silencio nos enseñará muchísimas cosas: a hablar con Cristo; a estar alegres en los momentos de desolación; a descubrir muchas cosas prácticas para decir”.
“El silencio nos proporciona una visión nueva de todas las cosas”.
“El trabajo sin amor es esclavitud”.
“Elevemos hacia ella (la Virgen María) nuestros corazones para que nos ayude a reconciliarnos, cada vez que nos alejemos del amor de Dios”.
“Ella, que estaba colmada de gracias, siguió siendo la esclava del Señor. Se mantuvo con firmeza junto a la cruz de su hijo, y ni siquiera viéndolo morir dejó de confiar en Dios”.
“Ellos son el signo de la presencia de Dios entre nosotros, ya que en cada uno de ellos es Cristo quien se hace presente”.
“Empieza transformando todo lo que haces en algo bello para Dios”.
“En Calcuta tratamos de combatir el aborto mediante la adopción. Me gustaría abrir muchos de estos centros para niños en los países que han aceptado el aborto. En los que tenemos por toda la India nunca tuvimos que rechazar a ningún niño, y todos están felices en sus nuevos hogares”.
“En el amor es donde la paz se encuentra”.
“En la noche, al momento de acostarse, pregúntense: ‘¿Qué he hecho yo hoy a Jesús? ¿Qué he hecho yo hoy a Jesús? ¿Qué he hecho hoy con Jesús?’. Les bastará simplemente mirar sus manos. Este es el mejor examen de conciencia”.
“En todo el mundo se comprueba una angustia terrible, un espantoso hambre de amor. Llevemos, por tanto, a nuestras familias la oración, llevémosla a nuestros niños, enseñémosles a rezar. Pues un niño que ora, es un niño feliz. Familia que reza es una familia unida”.
“Encontrémonos siempre el uno al otro con una sonrisa, la sonrisa es el principio del amor”.
“Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos”.
“Es maravilloso pensar que Dios ha creado a cada niño. Leemos en las Escrituras que Dios nos dice: ‘Aún si una madre llegara a olvidar a su hijo, yo no te olvidaré. Te llevo grabado en la palma de mi mano. Eres valioso para mí. Y te he llamado por tu nombre’”.
“Espero que tengas: Suficiente felicidad para hacerte dulce. Suficientes pruebas para hacerte fuerte. Suficiente dolor para mantenerte humano. Suficiente esperanza para ser feliz”.
“Este silencio debe ser tanto exterior como interior, dejando de lado nuestras preocupaciones. Debemos acostumbrarnos al silencio del corazón, de los ojos y de la lengua”.
“Estoy convencida de que los gritos de los niños cuyas vidas han sido truncadas antes de su nacimiento, hieren los oídos de Dios”.
“Guardemos, entonces, el silencio de los ojos, el cual nos ayudará siempre a ver a Dios. Los ojos son como dos ventanas a través de las cuales Cristo y el mundo penetran en nuestro corazón”.
“Hay muchas personas dispuestas a hacer grandes cosas, pero hay muy pocas personas dispuestas a hacer las cosas pequeñas”.
“Hay que cuidarse del orgullo, porque el orgullo envilece cualquier cosa”.
“Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar”.
“Hemos de amar a Dios, haciéndonos cargo de las ofensas que le hemos provocado”.
“Hemos de procurar ser santos no porque queramos sentirnos santos, sino porque Cristo debe poder vivir plenamente su vida en nosotros”.
“Hice lo mío de la mejor forma. Aunque aquello que he podido hacer, no sea más que un fracaso, eso deberá ser lo mejor que hemos podido y sabido hacer; debe tener nuestro máximo empeño”.
“Jesús dijo: ‘El que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe’. Al adoptar un niño, esas parejas reciben a Jesús, por el contrario, al abortar, rechazan a Jesús”.
“Jesús entregó su vida por amor a nosotros. Así, una madre que está pensando en abortar debería ser ayudada a amar; es decir, a poner en segundo lugar sus proyectos y su tiempo libre, y a respetar la vida de su hijo. También el padre del niño, quien quiera que sea, debe mostrarse disponible”.
“La alegría del Señor es nuestra fuerza. Todos nosotros, si tenemos a Jesús dentro nuestro, debemos llevar la alegría como novedad al mundo”.
“La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios”.
“La alegría es una red de amor en la que se pueden coger almas”.
“La alegría profunda del corazón es como un imán que indica el camino de la vida”.
“La ciencia más grande en el mundo, en el cielo y en la tierra; es el amor”.
“La confesión fortalece el alma, pues una confesión realmente bien hecha, la confesión de un hijo que reconoce su pecado y retorna al Padre, produce siempre humildad y la humildad es fuerza”.
“La cosa más importante no es lo que decimos nosotros, sino lo que Dios nos dice a nosotros. Jesús está siempre allí, esperándonos. En el silencio nosotros escuchamos su voz”.
“La disciplina es el puente entre las metas y los logros”.
“La eucaristía es el misterio de nuestra unión profunda con Cristo”.
“La falta de amor es la mayor pobreza”.
“La grandeza de María proviene justamente de su humildad. Y era humilde porque pertenecía a Dios por completo, estaba en disponibilidad para lo que Él quisiera pedirle”.
“La Misa es el alimento espiritual que me sustenta y sin el cual no podría vivir un solo día o una sola hora de mi vida”.
“La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de sí mismo”.
“La oración que brota de nuestra mente y de nuestro corazón y que recitamos sin necesidad de leer en ningún libro se llama oración mental”.
“La paz comienza con una sonrisa”.
“La plegaria perfecta no consiste en una palabrería, sino en el fervor del deseo que eleva los corazones hasta Jesús”.
“La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz”.
“La santidad es hacer siempre, con alegría, la voluntad de Dios. Para eso es necesaria la fidelidad a sus deseos, y es esta fidelidad la que hace a los santos”.
“La vida de cada ser humano, como que ha sido creación de Dios, es sagrada y de infinito valor, porque él nos ha creado a todos nosotros, incluso al niño recién concebido. La imagen de Dios está en ese niño que aún no ha nacido”.
“La vida es un juego; participa en él. La vida es demasiado preciosa; no la destruyas”.
“Las cosas deben ser siempre un medio, nunca un fin en sí mismas”.
“Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado. Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica. La crítica es el cáncer del corazón”.
“Las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos son realmente infinitos”.
“Las palabras que no procuran la luz de Cristo no hacen más que aumentar en nosotros la confusión”.
“Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo. Solo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan”.
“Las tentaciones las tenemos todos. Pero si Jesús es una realidad viviente en mi vida, entonces ya no tengo miedo”.
“Lo que importa es cuánto amor ponemos en el trabajo que realizamos”.
“Lo que se tarda años en construir, puede ser destruido durante una noche; construyamos de todos modos”.
“Lo único que Jesús nos pide en todo momento es que nos entreguemos absolutamente a Él, que confiemos en Él plenamente, renunciando a nuestros deseos para cumplir con el camino que nos va trazando”.
“Los árboles, las flores, las plantas crecen en silencio. Las estrellas, el sol, la luna se mueven en silencio. El silencio nos da una nueva perspectiva”.
“Los mejores medios para alcanzar un franco progreso espiritual son la oración y la lectura espiritual”.
“Los niños son como las estrellas. Nunca hay demasiados”.
“María está siempre atenta para traer al mundo la alegría, la paz y la reconciliación. Ella nos conduce hacia Dios, y con sus ruegos amorosos intercede por nosotros”.
“Mientras el trabajo sea más repugnante, mayor ha de ser nuestra fe y más alegre nuestra devoción”.
“Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto, para llenar el corazón del que amamos”.
“Muchos se manifiestan preocupadísimos por los niños de la India o por los de África, donde tantos mueren, sea por desnutrición, hambre o lo que fuera. Pero hay millones deliberadamente eliminados por el aborto”.
“No basta orar generosamente, hemos de orar con fervor y devoción”.
“No cierren las puertas a los pobres; porque los pobres, los apestados, los caídos en la vida, son como el mismo Jesús”.
“No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz”.
“No des solo lo superfluo, da tu corazón”.
“No es lo importante lo que uno hace, sino cómo lo hace, cuánto amor, sinceridad y fe ponemos en lo que realizamos. Cada trabajo es importante, y lo que yo hago, no lo puedes hacer tú, de la misma manera que yo no puedo hacer lo que tú haces. Pero cada uno de nosotros hace lo que Dios le encomendó”.
“No es necesario que veamos claro si vamos progresando o no en el camino de la santidad. Lo importante es ir caminando en el Señor”.
“No es tanto lo que hacemos cuanto el amor que ponemos en lo que hacemos lo que agrada a Dios”.
“No necesitamos armas y bombas para llevar la paz, necesitamos amor y la compasión”.
“No oro para el éxito, pido felicidad”.
“No puedes ir feliz por la vida hasta que dejes ir tus fracasos pasados y los dolores de tu corazón”.
“No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar”.
“No soy más que un pequeño lápiz en la mano de la escritura de Dios”.
“Nuestra alegría es el mejor modo de predicar el cristianismo. Al ver la felicidad en nuestros ojos, tomarán conciencia de su condición de hijos de Dios. Pero para eso debemos estar convencidos de eso”.
“Nuestra vocación consiste en pertenecer a Jesús”.
“Nuestras acciones sólo pueden producir frutos, cuando son expresión verdadera de una plegaria sincera”.
“Nuestro examen de conciencia es el espejo en el que vemos nuestros logros y nuestras dificultades. Por eso debemos afrontarlo con sinceridad y amor”.
“Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él”.
“Nunca debiéramos ceder a la costumbre de aplazar nuestra oración, sino hacerla con la comunidad”.
“Nunca digas adiós, si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hallan decepcionado; a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado: a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y aquel que tiene coraje y la fe para construir la confianza de nuevo”.
“Nunca estarás tan ocupado como para no pensar en los demás”.
“Nunca sabremos todo lo bueno que una simple sonrisa puede llegar a hacer”.
“Si oramos, creemos. Si creemos, amaremos. Si amamos, serviremos”.
“Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite”.
“Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos”.
“Para que la oración sea realmente fructuosa, ha de brotar del corazón y debe ser capaz de tocar el corazón de Dios”.
“Por eso elevo mi voz en la India y en todas partes; hagamos que todo niño, nacido o no, sea un niño deseado. El aborto va en contra del mandamiento del amor”.
“Por favor no matéis a los niños, yo los quiero. Con mucho gusto acepto todos los niños que morirían a causa del aborto”.
“Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza”.
“Resulta muy difícil predicar cuando no se sabe cómo hacerlo, pero debemos animarnos a predicar. Para ello, el primer medio que debemos emplear es el silencio”.
“Sabemos muy bien que lo que estamos haciendo no es más que una gota en el océano. Pero si esa gota no estuviera allí, al océano le faltaría algo”.
“Sé fiel a las cosas pequeñas, ya que es en ellas donde la fuerza reside”.
“Seamos los servidores del pobre. Hemos de brindar al pobre un servicio generoso, sincero. En el mundo, a la gente se le paga por su trabajo. Sintámonos pagados por Dios”.
“Ser santo no significa realizar cosas extraordinarias, descifrar misterios, sino únicamente un aceptar incondicional, dado que me he entregado por completo a Dios, porque le pertenezco por entero”.
“Si a ustedes les resulta difícil orar, rueguen insistentemente: ‘¡Jesús ven a mi corazón, ora dentro de mí y conmigo, hazme aprender de ti cómo orar’”.
“Si eres humilde nada te puede dañar, ni los elogios, la ni vergüenza, porque sabes lo que eres”.
“Si juzgas a la gente, no tienes tiempo para amarla”.
“Si no puedes alimentar a un centenar de personas, alimenta a una sola”.
“Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”.
“Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana”.
“Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti”
“Sólo por medio de la oración mental y la lectura espiritual, podemos cultivar el don de la oración. La oración mental es una gran aliada de la pureza de alma”.
“Somos pequeños instrumentos, pero muchos pequeños instrumentos en las manos de Dios pueden hacer milagros”.
“Superemos siempre el desaliento… nada de esto tiene sentido si hemos comprendido la ternura del amor de Dios”.
“Toda vida es la vida de Dios que se hace presente entre nosotros, aún en un niño que todavía no ha nacido. Nadie tiene derecho a levantar su mano para segarla”.
“Todo país que acepta el aborto es porque su gente no ha aprendido a amar, sino que recurre a la violencia para obtener lo que quiere”.
“Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña”.
“Vive sencillamente para que otros puedan simplemente vivir”.
“Yo puedo hacer cosas que tú no puedes, tú puedes hacer cosas que yo no puedo; juntos podemos hacer grandes cosas”.
“Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo lanzar una piedra a través del agua para crear muchas ondulaciones”.
“Yo soy el lápiz de Dios. Un trozo de lápiz con el cual Él escribe aquello que quiere”.
Preguntas para la vida
¿El día más bello? Hoy.
¿La cosa más fácil? Equivocarse.
¿El obstáculo más grande? El miedo.
¿El mayor error? Abandonarse.
¿La raíz de todos los males? El egoísmo
¿La distracción más bella? El trabajo.
¿La peor derrota? El desaliento.
¿Los mejores profesores? Los niños.
¿La primera necesidad? Comunicarse.
¿Lo que hace más feliz? Ser útil a los demás.
¿El misterio más grande? La muerte.
¿El peor defecto? El mal humor.
¿La persona más peligrosa? La mentirosa.
¿El sentimiento más ruin? El rencor.
¿Lo más imprescindible? El hogar.
¿La ruta más rápida? El camino recto.
¿El regalo más bello? El perdón.
¿La sensación más grande? La paz interior.
¿El resguardo más eficaz? El optimismo.
¿La mayor satisfacción? El deber cumplido.
¿La fuerza más potente del mundo? La fe.
¿Las personas más necesarias? Los padres.
¿La cosa más bella de todas? El amor.
Sobre la fuerza espiritual
Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia;
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!
Hablando sobre la vida
La vida es una oportunidad; aprovéchala.
La vida es belleza; admírala.
La vida es beatitud; saboréala.
La vida es sueño; hazlo realidad.
La vida es un reto; afróntalo.
La vida es un deber; cúmplelo.
La vida es un juego; juégalo.
La vida es preciosa; cuídala.
La vida es riqueza; consérvala.
La vida es amor; gózala.
La vida es misterio; desvélalo.
La vida es promesa; cúmplela.
La vida es tristeza; supérala.
La vida es himno; cántalo.
La vida es combate; acéptalo.
La vida es una tragedia; domínala.
La vida es aventura; arrástrala.
La vida es felicidad; merécela.
La vida es la vida; defiéndela.