San Agustín

Frases Breves de San Agustín de Hipona

Breve Biografía de San Agustín de Hipona.

Aurelius Augustinus Hipponensis conocido como San Agustín de Hipona fue un obispo cristiano muy influyente que nació en Tagaste actual Argelia el 13 de noviembre del 354.

San Agustín Descendía de una familia de posición social acomodada, su padre un pagano y su madre devota del cristianismo, él también fue un pagano, sin embargo, gracias a la fe y las enseñanzas de su madre se convirtió al cristianismo en su búsqueda de la verdad y de la fe en Dios.

Esto hizo que en el 387 fuera bautizado por el Obispo Ambrosio y en el año 391 se ordenara como sacerdote por el Obispo Valerio en Hipona, y en el año 395 se convierten en Obispo.

Aunque anteriormente había tenido una relación con una mujer durante 14 años y engendrado un hijo llamado Adeodato.

Estudió Gramática y filosofía, se interesó en las letras, en la literatura y la retorica, su búsqueda permanente nos dejó sus enseñanzas en cuanto a Dios, el amor, el prójimo, la fe, la religión, la verdad, la justicia, entre otros, llegó a ser conocido como el Doctor de la Gracia.

Obras como La Vida Feliz o Confesiones y todos sus concilios siguen siendo un referente para el catolicismo hoy en día.

Murió el 28 de agosto del año 430 en Hipona durante la invasión de los vándalos de Genserico, el cuerpo de San Agustín descansa en la Basílica San Pietro in Ciel d’Oro, en Pavía, Italia.

380 Frases de San Agustín.

“¡Muy tarde te conocí, Hermosura antigua y nueva siempre!, y, sin embargo, estabas dentro de mí, mientras yo te buscaba fuera. Tú estabas conmigo, pero yo estaba lejos de Ti”.

“¡Que hablen todos los que te mataron, oh, mundo inmundo! ¡Que digan si tuvieron en su vida gozo sin dolor sin discordia, descanso sin miedo, salud sin enfermedad, luz sin sombras, risa sin lágrimas! ”.

“¡Qué locura amar a un hombre como algo más que humano!”.

“¡Tanta es la ceguera de los hombres, que hasta de su misma ceguera se glorían!”.

“¿A caso porque eres rico tienes dos estómagos que llenar?”.

“¿Aspiras lograr grandes cosas? Comienza con las pequeñas”.

“¿Buscas escaleras para subir hasta Él? Busca el madero de la humildad y ya llegaste”.

“¿Cómo luce el amor? Tiene las manos para ayudar a otros, tiene pies para apurarse hacia los pobres y necesitados, tiene ojos para ver la miseria y el anhelo, tiene oídos para oír los suspiros y desgracias de los hombres. Así luce el amor”.

“¿Deseas levantarte? Comienza por descender. ¿Tienes una idea en mente relacionada con torres y nubes? Lo primero que debes hacer es tomar conciencia y armarte de mucha humildad”.

“¿No crees que existe una profundidad tal en el hombre que está escondida incluso a aquel que la contiene?”.

“¿Por qué no abandono las esperanzas de este mundo y me dedico completamente a la búsqueda de Dios y a la vida feliz?”.

Frases de la madre Teresa de Calcuta

“¿Pues qué Señor hay fuera del Señor? ¿O que Dios fuera de vuestro Dios?”.

“¿Qué es, pues el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien me lo pide, no lo sé”.

“¿Qué otra cosa es la vida, sino un largo tormento?”.

“¿Quién soy yo? Hombre soy, uno de tantos”.

“‘No tardes en convertirte al Señor’. Estas palabras no son mías, pero son también mías; si las amo, son mías; amadlas, y serán vuestras”.

“A cualquier parte que vaya me sigo. Tú, hombre, puedes huir a donde quieras, pero no fuera de tu conciencia. Entra en tu casa, descansa en tu lecho, penetra en lo interior; nada más interno puedes hallar a donde huir fuera de tu conciencia, si te remuerden tus pecados”.

“A ninguna persona se le impide dejar a un lado la desventaja de la ignorancia y buscar con esfuerzo la ventaja del conocimiento”.

“A pesar de encontrarse encarcelados y maltratados, los santos jamás han perdido posición terrenal, incluso cuando están atados a violaciones, su propia voluntad no se rindió y sus almas nunca fueron descarriadas”.

“A pesar de que una cosa pueda expresarse convincentemente, no necesariamente debe considerarse como verdadera, así como tampoco una cosa que pueda pronunciarse a través de unos labios tartamudos, deba suponerse como falsa”.

“A todos agrada la altura, pero la humildad es el peldaño para alcanzarla”.

“Abstenerse del pecado cuando uno ya no puede pecar, es ser abandonado por el pecado, no abandonarlo”.

“Acabar con la guerra mediante la palabra y buscar o mantener la paz con la paz y no con la guerra es un título de gloria mayor que matar a los hombres con la espada”.

“Acércate a las buenas personas y compadécete de las malas. Ama a todo el mundo”.

“Alabarán al Señor quienes lo buscan, pues si lo buscan lo habrán de encontrar, y si lo encuentran lo habrán de alabar”.

“Algunos suben al matrimonio por los peldaños de la honestidad, otros bajaron al mismo por los de la piedad”.

“Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor. Que exista dentro de ti la raíz de la caridad; de dicha raíz no puede brotar sino el bien”.

“Ama y sé tú mismo. Porque si discutes, discutirás con amor; si besas, besarás con amor; si abrazas, abrazarás con amor y, si apoyas, apoyarás con amor”.

“Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia”.

“Amas al amigo cuando odias lo que le daña”.

“Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque este es el veneno de la amistad”.

“Antes de llenar el vaso con el líquido bueno hay que derramar el malo”.

“Antes de que Dios pueda liberarnos, debemos desengañarnos a nosotros mismos”.

“Antes de recibir lo que necesitas, da todo lo que posees”.

“Anunciar para el Señor sea como vivir para el Señor”.

“Apartad a las prostitutas de la vida humana y llenaréis el mundo de lujuria”.

“Aprende a bailar, para que cuando llegues al cielo los ángeles sepan qué hacer contigo”.

“Aprueba a los buenos, tolera a los malos y ámalos a todos”.

“Aquel que es celoso no está enamorado”.

“Aquel que niega la existencia de Dios, tiene alguna razón para desear que Dios no exista”.

“Aquel que nos creó sin nuestra ayuda no nos salvará sin nuestro consentimiento”.

“Aquel que trabaja, ora”.

“Aquí vemos lobos dentro y ovejas siempre afuera”.

“Así como el cuerpo de carne es sencillamente la carne, el don del Espíritu Santo es el mismo Espíritu Santo. Es don de Dios en cuanto se da a los que se da”.

“Así como la verdad se produce por la medida, así la medida se produce por la verdad”.

“Así como toda carencia es desgracia, toda desgracia es carencia”.

“Así es, Señor, como yace enferma el alma cuando todavía no se funda en la solidez de la verdad: se deja mover según sopla el viento de las opiniones humanas; es llevada y traída, torcida y retorcida y atormentada, se le oscurece la luz y no da con la verdad aunque la tenga enfrente”.

“Aunque durante un rezo puedes pedir cualquier cosa a Dios, cuando trabajes, imprime tu máximo esfuerzo, pues de tus frutos depende tu vida”.

“Aunque nos extingamos, la verdad seguirá ahí”.

“Averigua cuánto te ha dado Dios y de eso toma lo que necesitas, el resto lo necesitan los demás”.

“Ayúdame para hacer lo que ordenas y dame lo que mandas”.

“Bien, tú puedes, yo no. Guardemos lo que uno y otro hemos recibido; inflamémonos en la caridad, amémonos unos a otros, y de esta forma yo amo tu fortaleza y tú soportas mi debilidad”.

“Bienaventurado el que te ama a ti, Señor; y al amigo en ti, y al enemigo por ti, porque sólo no podrá perder al amigo quien tiene a todos por amigos en aquel que no puede perderse”.

“Busca no comprender que puedes creer, pero cree que puedes entender”.

“Buscad lo suficiente, buscad lo que basta. Y no queráis más. Lo que pasa de ahí, es agobio, no alivio; apesadumbra en vez de levantar”.

“Cada edad, desde la infancia hasta la vejez, tiene en cada uno de los hombres su propia hermosura”.

“Cantar es orar dos veces”.

“Caridad, libertad y cooperación para construir una humanidad mejor”.

“Casarse es una buena elección en la vida, pero no hacerlo me gusta más”.

“Ciertamente estamos en una clase común con las bestias; cada acción de la vida animal tiene que ver con buscar placer corporal y evitar el dolor”.

“Como el amor crece dentro de ti, la belleza crece. Porque el amor es la belleza del alma”.

“Con el amor al prójimo, el pobre es rico; sin el amor al prójimo, el rico es pobre”.

“Concede lo que mandas y luego ordena lo que quieras”.

“Conocemos en la medida en que amamos”.

“Conócete, acéptate, supérate”.

“Considero que soy uno de esos que escriben mientras aprenden y aprenden mientras escriben”.

“Continúe aprendiendo, sigue caminando, sigue progresando: no te demores en el camino, no retrocedas, no te desvíes”.

“Conviene matar el error, pero salvar a los que van errados”.

“Cree para comprender y entiende para creer”.

“Cristo el Señor se humilló para que nosotros aprendiéramos a ser humildes”.

“Cristo no es valorado, a menos que sea valorado sobre todas las cosas”.

“Cristo te muestra su mesa, es decir, a sí mismo. Acércate a esa mesa y sáciate. Sé pobre, y quedarás saciado”.

“Cuando en el pecado te acusas a ti, alabas al que sin pecado te hizo a ti”.

“Cuando entras en tu aposento, entras en tu corazón. Bienaventurados los que se alegran cuando entran en su corazón y no encuentran allí nada malo”.

“Cuando estés en Roma compórtate como los romanos”.

“Cuando mejor seas, si realmente eres bueno, peor le sentará al malo”.

“Cuando nos entrega su cuerpo y su sangre, nos entrega su humildad”.

“Cuando nuestro corazón se levanta a Dios, se hace su altar”.

“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”.

“Cuanto más amo, me siento todavía más deudor”.

“Cuidaos de que nadie os engañe con la filosofía y una vana seducción según las tradiciones y elementos de este mundo y no según Cristo, en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad”.

“Da lo que mandas y manda lo que quieras”.

“Dado que hablamos del camino, comportémonos como si fuéramos de camino: los más ligeros, esperad a los más lentos y caminad todos a la par”.

“Dame un corazón amante, y sentirá lo que digo. Dame un corazón que desee y que tenga hambre; dame un corazón que se mire como desterrado, y que tenga sed, y que suspire por la fuente de la patria eterna; dame un corazón así, y éste se dará perfecta cuenta de lo que estoy diciendo”.

“Debes ser vaciado de aquello de lo que estás lleno para poder ser llenado dónde estás vacío”.

“Debido a que Dios nos hizo para sí mismo, nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en Él”.

“Dentro tendré la caridad; no estará en la superficie; en lo más íntimo del corazón estará lo que amo. Nada hay más interior que nuestra medula”.

“Descubre el punto medio entre el estrechamiento y la extralimitación, y serás feliz”.

“Deseando todos la felicidad, muchos ignoran el modo de llegar a ella”.

“Dios es fuente de nuestra felicidad y meta de nuestro apetito”.

“Dios es mejor conocido en no conocerlo”.

“Dios es nuestra posesión y nosotros somos posesión de Dios”.

“Dios es tu todo: si tienes hambre, es tu pan; y si tienes sed, es tu agua; y si estás en la oscuridad, es tu luz, que permanece siempre incorruptible; y si estás desnudo, será tu vestido de inmortalidad, cuando todo lo que es corruptible se vista de incorruptibilidad y lo que es mortal se vista de inmortalidad”.

“Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado”.

“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”.

“Dios no manda nada en provecho suyo, sino en el de aquel a quien se lo manda”.

“Dios no necesita tu dinero, pero los pobres sí. Tú dáselo a los pobres, y Dios lo recibirá”.

“Dios nos adora a cada uno de nosotros, como si sólo fuésemos uno”.

“Dios nunca habría hecho cosas tan grandes y maravillosas para nosotros si la vida de nuestra alma fuera a terminar con la muerte de nuestro cuerpo”.

“Dios provee el viento, el hombre debe izar la vela”.

“Dios se opone a los soberbios, pero que al mismo tiempo concede su gracia a los humildes”.

“Dios siempre está tratando de darnos cosas buenas, pero nuestras manos están muy llenas para recibirlas”.

“Dios tuvo un hijo en la tierra sin pecado, pero nunca uno sin sufrimiento”.

“Dios, Padre nuestro, que nos exhortas a la oración y concedes lo que se te pide, pues rogándote vivimos mejor y somos mejores: escúchame, porque voy tanteando en estas tinieblas; dame tu diestra, socórreme con tu luz y líbrame de los errores; con tu dirección entre dentro de mí para subir a ti. Así sea”.

“Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

“Donde está tu placer, ahí está tu tesoro, donde está tu tesoro, está tu corazón y dónde está tu corazón, está tu felicidad”.

“Donde hay benevolencia hay amistad”.

“Donde no hay caridad no puede haber justicia”.

“Donde quiera que haya una virgen, allí hay un templo de Dios”.

“Dos obras de misericordia liberan a una persona: perdona y serás perdonado, y da y recibirás”.

“El albedrío de la voluntad es libre cuando no se somete a los vicios y a los pecados”.

“El alma desordenada lleva en su culpa la pena”.

“El amor a la unidad puede encubrir la multitud de los pecados”.

“El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima”.

“El amor es la perfección del alma”.

“El amor es una perla preciosa que, si no se posee, de nada sirven el resto de las cosas, y si se posee, sobra todo lo demás”.

“El amor jamás envejece porque siempre es un sentimiento nuevo”.

“El buen cristiano debe tener cautela con los matemáticos. Existe el peligro de que los matemáticos hayan hecho un pacto con el diablo para oscurecer el alma y atar al hombre a los lazos del infierno”.

“El bueno, ni se ensoberbece con los bienes temporales, ni con los males se quebranta”.

“El cántico nuevo es el cántico de la gracia; el cántico nuevo es el cántico del hombre nuevo; el cántico nuevo es el cántico del Nuevo Testamento”.

“El castigo es la justicia para los injustos”.

“El deseo es el seno del corazón. Poseeremos a Dios si dilatamos el deseo cuanto nos fuere posible”.

“El deseo son tus plegarias; y si tu deseo es sin cesar, tu plegaria también será sin cesar. La continuación de tu anhelo es la continuación de tu plegaria”.

“El espíritu no disfruta libremente de cosa alguna, si no la disfruta con seguridad”.

“El Espíritu Santo nos amonesta y exhorta a que ofrezcamos el sacrificio de confesión a Dios. La confesión o es de alabanza a Dios o es de nuestros pecados”.

“El frío de la caridad es el silencio del corazón, y el fuego del amor, el clamor del corazón”.

“El gozo se da en el canto; el gemido, en la oración. Gime por las cosas presentes, canta por las futuras; ora sobre lo actual, canta sobre lo que esperas”.

“El hábito, si no se resiste, pronto se convierte en necesidad”.

“El hipócrita siempre está más intranquilo por su reputación de justicia que por llegar a ser realmente justo. Siempre la aceptación de las personas le interesa más que la aprobación de Dios”.

“El hombre es desgraciado por su voluntad desordenada; y mucho más desgraciado todavía por el poder que tiene de llevar a cumplimiento el apetito de su mala voluntad”.

“El hombre no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo”.

“El hombre nuevo nace del viejo, porque la regeneración espiritual se inicia con el cambio de la vida terrestre y mundana”.

“El malo es un malhechor de sí mismo”.

“El mayor mal es el dolor físico”.

“El mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página”.

“El mundo no fue hecho en el tiempo, sino con el tiempo”.

“El pasado ya no es y el futuro no es todavía”.

“El pecado busca lo correcto en el lugar incorrecto”.

“El pecado es energía en el canal equivocado”.

“El perdón es la remisión de los pecados. Porque es por esto que lo que se ha perdido, y se encontró, se salva de perderse de nuevo”.

“El pobre no es el que tiene menos, sino el que necesita infinitamente más para ser feliz”.

“El problema con las personas hipócritas es que no desean ser santos, pero si esperan parecer sagrados”.

“El propósito de todas las guerras es la paz”.

“El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama”.

“El que cae lo hace por su propia voluntad; y el que se encuentra de pie, permanece siempre en la voluntad de Dios.

“El que es amable es libre, aunque sea un esclavo; el que es malo es un esclavo, aunque sea un rey”.

“El que está lleno de amor está lleno de Dios mismo”.

“Quien tiene a Dios por Padre y a Cristo por hermano, no teme en el día malo”.

“El que nos creó sin nuestra ayuda no nos salvará sin nuestro consentimiento”.

“El que se pasa al lado de Cristo, pasa del temor al amor y comienza a poder cumplir con el amor lo que con el temor no podía”.

“El que tiene a Dios lo tiene todo; el que tiene todo menos a Dios no tiene nada”.

“El temor es el comienzo de la conversión”.

“El veredicto de todo el mundo es definitivo”.

“En ausencia de justicia, ¿Qué es la soberanía sino un robo organizado?”.

“En cuanto a bienes espirituales, considera tuyo lo que amas en el hermano, y él considere suyo lo que ama en ti”.

“En el campo del Señor, esto es, la Iglesia, a veces, lo que era trigo se hace cizaña y lo que era cizaña se convierte en trigo; y nadie sabe lo que será mañana”.

“En el Cielo dicen Aleluya, porque en la Tierra han dicho Amén”.

“En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas”.

“En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad”.

“En medio de los paganos hay hijos de la Iglesia, y dentro de la Iglesia hay falsos cristianos”.

“En mi corazón soy lo que soy”.

“Enamorarse de Dios es el romance más grande; buscarle la mayor aventura; para encontrarlo, el mayor logro humano”.

“Encárgate de poner todas tus esperanzas en el hombre del que no heredarás absolutamente nada”.

“Entra dentro de tu conciencia e interrógala. No prestes atención a lo que florece afuera, sino a la raíz que está en la tierra”.

“Errar es de humanos; permanecer constantemente en la equivocación, es terrible”.

“Es en la humildad donde se cumple la justicia”.

“Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja”.

“Escucha al otro lado”.

“Esta es la doctrina cristiana: nadie obra bien si no es con la gracia de Cristo. Lo que el hombre obra mal es propio de él; lo que obra bien, lo obra por la gracia de Dios”.

“Esta es la perfección de un hombre, descubrir sus propias imperfecciones”.

“Está ya claro cómo la satisfacción de todos los deseos es la felicidad, que no es una diosa, sino un don de Dios”.

“Estas son las dos alas de la oración con las que se vuela hacia Dios: perdonar al culpable su delito y dar al necesitado”.

“Evidentemente, es más sencillo ser un esclavo feliz, que un hombre de lujuria”.

“Existe una persecución de los impíos, que ellos ejercen contra la Iglesia de Cristo; también una persecución justa, que la Iglesia ejerce contra los impíos”.

“Fue el orgullo el que convirtió a los ángeles en demonios, es la humildad la que convierte a los hombres en ángeles”.

“Fuimos a la guerra para lograr la paz, pero jamás querremos la paz para la guerra. Siempre sé pacífico, conduce las bendiciones de la paz y logra grandes victorias a través de ellas”.

“Gracias a la oración podemos cruzar al hombre con Dios”.

“Gran poder tiene para hacernos propicios a Dios la concordia fraterna”.

“Grandiosa es la mesa en la que los manjares son el mismo Señor de la mesa. Nadie se da a sí mismo como manjar a los invitados; esto es lo que hace Cristo el Señor; él es quien invita, él la comida y la bebida”.

“Hablamos, pero es Dios quien enseña”.

“Hacer lo que debemos no merece ninguna alabanza, porque es nuestra obligación”.

“Hacíamos mal uso de la inmortalidad y terminábamos muriendo, Cristo hizo buen uso de la mortalidad, para que podamos terminar viviendo”.

“Hasta la misma ignorancia y la estupidez se cubren con el nombre de sencillez e inocencia”.

“Hay alegría verdaderamente grande sin el preludio de algún grave sufrimiento”.

“Hay algo en la humildad que curiosamente exalta al corazón”.

“Hay cosas que son realmente increíbles cuando son discutidas por pequeños hombres, usualmente estas cosas pueden hacer que estos hombres crezcan y se vuelvan grandes”.

“Hay que hacer más caso a quien enseña, no a quien da órdenes”.

“Haz lo que puedas y reza por lo que aún no puedes hacer”.

“Intenta adquirir las virtudes que crees que les faltan a tus hermanos. Entonces ya no verás sus defectos, porque ya no los tendrás”.

“La abstinencia completa es más fácil que la moderación perfecta”.

“La aflicción es característica de un alma desorientadas”.

“La apetencia de cosas nuevas guía al hombre a extremas angustias”.

“La armonía comienza por la unidad y es bella gracias a la igualdad y a la simetría y se une por el orden”.

“La belleza se multiplica en ti en la medida en la que crece el amor. La caridad en sí misma, se convierte en el reflejo y belleza del alma”.

“La bienaventuranza consiste en el logro de nuestros deseos y en tener sólo deseos regulares”.

“La caridad no es sustituto para la justicia bien establecida”.

“La caridad, de la cual está escrito ‘que no busca sus propios intereses’, se entiende de este modo: que antepone las cosas comunes a las propias, no las propias a las comunes”.

“La carne es el alimento de las fieras y el hombre, cuando la come, empeora todos sus vicios”.

“La casa de Dios es la Iglesia; aún contiene malos, pero la belleza de la casa de Dios reside en los buenos; se halla en los santos”.

“La confesión de las malas acciones es el primer paso hacia las buenas acciones”.

“La confesión de tus pecados se debe a la gracia de Dios. Confiesa tu iniquidad, confiesa la gracia de Dios”.

“La confesión es de dos clases: o de pecados o de alabanzas. Cuando nos va mal, confesamos en la tribulación nuestros pecados; cuando nos va bien, confesamos o tributamos alabanzas a Dios en el regocijo de la justicia. Nunca vivimos sin confesión”.

“La conversión del corazón tiene que estar polarizada hacia Dios”.

“La corrupción es un daño por cuanto priva de algún bien, pues si no fuera así a nadie dañaría. Porque o bien la corrupción no implica daño, lo cual es evidentemente falso, o bien, como es igualmente evidente, nos daña porque nos priva de algo bueno”.

“La costumbre es una segunda naturaleza”.

“La desidia es sosegada, por eso las malas costumbres la adelantan”.

“La dignidad tanto del cuerpo como del alma descansa en la voluntad fortalecida por la gracia de Dios y jamás puede ser arrebatada por las intenciones de una persona que no la desea”.

“La educación siempre es el motor de la juventud, el encanto de la vejez, la decoración de la prosperidad, la comodidad y el refugio de la adversidad, pero sobre todas las cosas, la educación es la provocación de que el alma tenga gracia”.

“La esperanza tiene dos adorables hijas, ira y valor”.

“La fe es creer en aquello que no se ve; la recompensa de la fe está en ver lo que crees”.

“La fe no solamente se cree, se piensa. Si no existe pensamiento, no existe la fe”.

“La felicidad engañosa es la más grande desdicha”.

“La felicidad plena sólo se hallará en aquella vida donde ya nadie será siervo”.

“La felicidad verdadera y segura en sumo grado la alcanzan, ante todo, los hombres de bien que honran a Dios, el único que la puede conceder”.

“La flaqueza que se da en la humildad es la mayor fortaleza”.

“La gente que permaneció victoriosa fue menos conquistadora que conquistada”.

“La gente viaja para maravillarse de las gigantes olas del mar, de la altura de las montañas, de los cursos de los ríos y del movimiento circular de las estrellas. Pero jamás pasan por sí mismos para sorprenderse”.

“La gracia es la que hace a los santos”.

“La gracia precedió a tus merecimientos. No procede la gracia del mérito, sino el mérito de la gracia. Pues si la gracia procede del mérito, la compraste, no la recibiste gratuitamente”.

“La humanidad se caracteriza por ser curiosa para averiguar la vida ajena, pero perezosa para modificar sus vidas propias”.

“La humildad del hombre es su confesión, y la mayor elevación de Dios es su misericordia”.

“La humildad es la más grande de las enseñanzas cristianas, pues por la humildad se conserva la caridad, y a ella ninguna otra cosa la corrompe más pronto que la soberbia”.

“La humildad levanta el corazón y la soberbia lo abate”.

“La Iglesia se mantiene en pie con la oración para ser purificada por la confesión, y mientras vive aquí, así se mantiene”.

“La ignorancia es madre de la admiración”.

“La justicia es inexistente cuando la misericordia se ausenta”.

“La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley”.

“La libre curiosidad tiene mayor peso para estimular el aprendizaje que la imposición.  Sin embargo, el flujo de la libertad se canaliza a través de la disciplina y bajo ciertas leyes”.

“La medida del amor es amar sin medida”.

“La misma debilidad de Dios procede de su omnipotencia”.

“La necesidad no conoce leyes”.

“La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan”.

“La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre”.

“La paciencia es el compañero de la sabiduría”.

“La pasión del amor no puede comprenderla quien no la siente”.

“La paz es un bien tal, que no puede apetecerse otro mejor, ni poseerse otro más provechoso”.

“La perfecta abstinencia es más fácil que la moderación perfecta”.

“La pobreza pretenciosa es la mejor de todas las riquezas”.

“La poesía es el vino de los demonios”.

“La raíz se halla profundamente afianzada en tierra; en donde está nuestra raíz, allí está nuestra vida, allí está nuestro amor”.

“La razón no se sometería nunca, si no se juzgase que hay ocasiones en que debe someterse”.

“La sabiduría es el conocimiento del alma, saber medir y situarse entre el exceso y el defecto”.

“La sabiduría no es otra cosa que la medida del espíritu, es decir, la que nivela al espíritu para que no se extralimite ni se estreche”.

“La sabiduría y la demencia son como hierbas que curan o envenenan, ambos tipos se pueden servir en cualquier plato”.

“La simulación de la humildad es la mayor soberbia”.

“La soberbia podría parecer majestuosidad, pero en realidad es una tumefacción. Parece enorme, pero carece de salud”.

“La única forma de decir la verdad es amando”.

“La unidad de Cristo es fortísima; nadie la divida, nadie la destruya”.

“La unidad es la forma de cualquier hermosura”.

“La vanidad de la gloria humana no trae nada de comer, sino viento y vaciedad”.

“La verdad es como un león, no necesitas defenderla. Déjala libre, se defenderá a sí misma”.

“La verdad no es parte de una propiedad privada”.

“La verdadera amistad no se mide por intereses temporales, sino que se bebe por amor gratuito”

“La verdadera libertad consiste en la alegría del bien obrar, y es también piadosa servidumbre por la obediencia a la ley”.

“La vida del cuerpo es el alma y Dios también es la vida del alma. Por lo tanto, el cuerpo muere cuando el alma lo abandona, el alma muere cuando Dios parte de ella”.

“La vida feliz no puede ser otra que la eterna, donde no hay muchos días felices, si no uno solo”.

“La virtud es el arte de vivir bien y con rectitud”.

“La virtud espiritual de una escritura es como una luz y, aunque pasa entre los infectados, jamás se contamina”.

“La voluntad es a la gracia como el caballo al jinete”.

“Las almas de muchos hombres son muchas también; pero, si se aman, son una sola alma”.

“Las escrituras son la salvación de todas las personas que las usan adecuadamente y también son la condena de todos aquellos que las utilizan incorrectamente”.

“Las falsas virtudes son la cara de la irreverencia y la hipocresía”.

“Las lágrimas de arrepentimiento lavan la mancha de la culpa”.

“Las lágrimas son la sangre del alma”.

“Las palabras impresas son conceptos. Debes pasar por las experiencias”.

“Las personas no rezan para guiar un camino hacia Dios, sino para guiarse a sí mismas”.

 “Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria”.

“Las sagradas escrituras son como cartas de nuestra patria”.

“Le pregunté a todo el mundo acerca de mi Dios; y él respondió: Yo no soy Él, pero Él me hizo”.

“Lo correcto es correcto aunque nadie lo haga, lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen”.

“Lo que hayas amado quedará, el resto solo serán cenizas”.

“Lo que sobra a los ricos es patrimonio de los pobres”.

“Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida”.

“Los milagros no son contrarios a la naturaleza, sino solo contrarios a lo que sabemos sobre la naturaleza”.

“Los reinos sin justicia, son solo un lugar donde se multiplica el crimen”.

“Mejor es una felicidad temporal, que una eternidad miserable”.

“Mi alma está sujeta al Señor de quien viene mi salud. Porque Él es mi Dios y mi salvación; Él me ha recibido y no me moveré jamás”.

“Muchas veces el afecto del que ruega supera el defecto de la oración”.

“Nada hallamos en el hombre más que cuerpo y alma; esto es todo hombre: espíritu y carne”.

“Nadie hace bien lo que hace por fuerza, aunque sea bueno aquello que hace”.

“Nadie logra de Dios la firmeza, sino quien en sí mismo reconoce su flaqueza”.

“Nadie puede comenzar una nueva vida, a menos que se arrepienta de la vieja”.

“Nadie puede estar seguro en la posesión de aquellos bienes que, a pesar suyo, puede perder; sólo a la verdad y la sabiduría no las pierde nadie contra su voluntad”.

“Nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean”.

“Nadie puede tener propicio a Dios Padre si desprecia a la Iglesia madre”.

“Ni en la comida ni en la bebida hay placer si no precede la molestia del hambre y de la sed”.

“Ningún cristiano tiene permiso para cometer suicidio bajo ninguna circunstancia”.

“No abuses, pues, de la libertad para pecar libremente, sino usa de ella para no pecar”.

“No clames que ayer fue mejor que hoy; aprovecha el presente, es una virtud en detrimento de la nostalgia continua del pasado”.

“No es el castigo sino la causa lo que hace al mártir”.

“No es lo mismo vivir que vivir felizmente”.

“No es una ventaja estar cerca de la luz si los ojos están cerrados”.

“No está mal el ser visto por los hombres, sino hacer meramente las cosas con el objetivo de ser vistos por los hombres”.

“No hay amor sin esperanza, ninguna esperanza sin amor, ni amor ni esperanza sin fe”.

“No hay que aniquilar el deseo; hay que cambiar su objeto”.

“No hay un santo sin pasado, ni un pecador sin futuro”.

“No hay un vicio que sea tan contrario a la naturaleza que oscurezca toda huella de ésta”.

“No hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo”.

“No me permite callar la caridad de Cristo, para quien deseo conquistar a todos los hombres, en cuanto depende de mi voluntad”.

“No nos retiremos de la Iglesia porque veamos que hay cizaña en ella. Únicamente hemos de esforzarnos en ser nosotros trigo”.

“No podemos obligar a un hombre a seguir el camino de Dios, y menos emplear la violencia; sería el preludio del ateísmo o de, al menos, una creencia involuntaria”.

“No salgas fuera de ti, quédate en ti mismo, en el interior del hombre habita la verdad”.

“No se accede a la verdad sino a través del amor”.

“No se le debe elogio al que simplemente cumple con su deber y nada más”.

“No seáis sabios para vosotros solos. Recibe el Espíritu. En ti debe haber una fuente, nunca un depósito, de donde se pueda dar algo, no donde se acumule. Dígase lo mismo de la alforja”.

“No seas ambicioso, confórmate con lo que basta, con nada más. Si te excedes, no estarás relajado, sino abochornado; no sentirás ligereza, sino pesadumbre”.

“No siempre Dios nos concede lo que le pedimos, en algunas oportunidades nos otorga momentos o circunstancias más preferibles”.

“No te culpo por tu involuntaria ignorancia, sino porque aún hasta estas alturas no te has preguntado sobre lo que no sabes”.

“No te encontré afuera, oh Señor, porque cometí el error de buscar fuera de ti a quien estaba dentro”.

“No te hallarás sin la amistad de tu prójimo allí donde tendrás a Dios por amigo”.

“No vamos a Cristo corriendo, sino creyendo; no se acerca uno a Cristo por el movimiento del cuerpo, sino por el afecto del corazón”.

“Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.

“Nuestros corazones han sido hechos por ti, oh Dios, y nunca deben descansar hasta que descansen en ti”.

“Nuestros propios vicios, si los pisoteamos, nos sirven para hacernos una escalera con que remontarnos a las alturas”.

“Nunca deben amarse las disensiones. Pero a veces nacen de la caridad o le sirven de prueba”.

“Oh Señor, ayúdame a ser puro pero no todavía”.

“Ora como si todo dependiera de Dios, trabaja como si todo dependiera de ti”.

“Ordena tu alma; reduce tus deseos; vive en caridad; únete a la comunidad cristiana; obedece las leyes; confía en la Providencia”.

“Oyes orar al Maestro; aprende a orar; Oró para enseñarnos a orar, padeció para enseñarnos a padecer, resucitó para enseñarnos a esperar la resurrección”.

“Padre misericordioso, te gozas más de un penitente que de noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia”.

“Para conocer a alguien de verdad, no hay que curiosear sobre sus pensamientos, sino sobre lo que ama”.

“Para descubrir el carácter de las personas sólo debemos descubrir lo que aman”.

“Para sobrepasar los límites, primero debes conocerte, luego aceptarte tal y como eres y, finalmente, superarte”.

“Permítete una locura cada año”.

“Perseguir el mayor bien es vivir bien”.

“Pienso en mi rescate, y lo cómo y bebo y distribuyo, y, pobre, deseo saciarme de él en compañía de aquellos que lo comen y son saciados”.

“Por dos causas pecamos: o por no ver aún lo que debemos hacer, o por no hacer lo que ya vemos no se debe hacer; lo primero es mal de ignorancia; lo segundo, de flaqueza”.

“Por lo tanto, a pesar de que un buen hombre pueda ser un esclavo, es libre; pero un hombre malo, aunque es un rey, permanentemente será un esclavo”.

“Por tanto, si queréis recibir la vida del Espíritu Santo, conservad la caridad, amad la verdad y desead la unidad para llegar a la eternidad”.

“Por tanto, si somos hijos de Dios, el Espíritu de Dios nos guía y el Espíritu de Dios actúa en nosotros”.

“Porque antes que venga la muerte no está muriendo, sino viviendo, y cuando hubiere ya venido estará muerto, y no muriendo”.

“Porque Dios ama el ahorro, no la condenación, y por lo tanto, es paciente con las personas malas, para hacer buenas personas de las personas malas”.

“Porque todo hombre es prójimo de todo hombre, ni hay que admitir ninguna distancia de condición donde es común la naturaleza”.

“Pregunta a tu corazón; ve si posee la caridad. Si posee la caridad, posee la plenitud de la ley, y entonces ya habita Dios en ti, ya te hiciste trono de Dios”.

“Quien abandona la unidad, viola la caridad, y quien viola la caridad, tenga lo que tenga, nada es”.

“Quien desea, aunque la lengua calle, canta con el corazón. Quien no desea, aunque hiera los oídos de los hombres con cualquier clamor, enmudece para Dios”.

“Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad”.

“Quien se manifiesta indiferente ante la vida y la muerte es que no ama”.

“Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia”.

“Quiero que mi amigo me extrañe mientras yo lo extrañe”.

“Sabemos que existimos en este mundo y celebramos ese conocimiento”.

“Se aferran a su parecer, no por verdadero sino por suyo”.

“Se extiende o dilata el ánimo con el deseo de la cosa anhelada, no con la alegría de lo conseguido”.

“Seguid, pues, vuestra carrera y perseverad corriendo hasta la meta; y con el ejemplo de vuestra vida y con la palabra de vuestra exhortación arrastrad en vuestra carrera a cuantos podáis”.

“Sí al oficio del sabio le incumbe la formación de los hijos, y con ese fin solamente busca el yugo del matrimonio, me parece cosa más de admirar que de imitar”.

“Si ayudas a los desfavorecidos, serás el espíritu de la caridad. Si les robas, serás la peor escoria inmunda”.

“Si callas, calla por amor. Si hablas, habla por amor”.

“Si crees lo que te gusta en los evangelios y rechazas lo que no te gusta, no es el evangelio en el que crees, sino en ti mismo”.

“Si Dios parece lento en responder, es porque Él está preparando un mejor regalo. Él no nos negará. Dios retiene aquello para lo que todavía no estás preparado. Él quiere que tengas un vivo deseo por sus mejores regalos. Ora siempre y no te desanimes”.

“Si dos amigos te piden juzgar una disputa, no aceptes porque perderás un amigo, por otro lado si dos extraños te hacen la misma petición, acepta, porque ganarás un amigo”.

“Si dudo, si me alucino, vivo. Si me engaño, existo. ¿Cómo engañarme al afirmar que existo, si tengo que existir para engañarme? ”.

“Si el futuro y el pasado realmente coexisten, ¿Dónde se encuentran?”.

“Si el hombre desea tener lo que Dios le manda, ha de rogar a Dios que le dé lo que Él manda”.

“Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz”.

“Si la cosa creída es increíble, también es increíble que lo increíble pueda ser creído”.

“Si la gracia no ayuda, no podemos tener ni piedad ni justicia, ni en nuestras obras ni en nuestra voluntad”.

“Si lo entendieras, no sería Dios”.

“Si necesitas que te echen una mano, yo puedo prestarte las dos. Somos cotillas por naturaleza, siempre indagando en la vida de los demás; sin embargo, nos da pereza la introspección personal y no tendemos a conocernos a nosotros mismos para rectificar errores”.

“Si no tuviéramos almas racionales, no seríamos capaces de creer”.

“Si vivimos buenas vidas, los tiempos también serán buenos; así como somos, serán los tiempos”.

“Siempre dejé en confianza al pasado en la misericordia de Dios, al presente con el amor de Dios y al futuro con su providencia”.

“Sin Dios, el hombre no es capaz de hacerlo, y sin el hombre, Dios no lo hará”.

“Sobre este paso enseñado por mis padres, colocaré mis pies en este camino, hasta que la verdad evidente salga a la luz”.

“Solo anhela a Dios y tu corazón siempre estará completo”.

“Somos demasiado débiles para descubrir la verdad por la sola razón”.

“Somos, en efecto, todos a la vez y cada uno en particular, templos suyos, ya que se digna morar en la concordia de todos y en cada uno en particular”.

“Tal es la gracia que gratuitamente se da, no por méritos del que obra, sino por la misericordia del que la otorga”.

“Toda la humildad consiste en que te conozcas”.

“Todo cristiano bueno y verdadero ha de saber que la verdad es del Señor dondequiera que la halle”.

“Todo el que cree, piensa. Porque la fe, si lo que cree no se piensa, es nula”.

“Todo el que no quiere ver sus pecados, se los echa a la espalda, y los pecados ajenos los pone muy a la vista; no por diligencia, sino por envidia; no para remediarlos, sino para acusarlos; pero de sí mismo se olvida”.

“Todo lo que Dios obra en nosotros, lo obra sabiendo lo que hace; nadie es mejor que él, nadie más sabio, nadie más poderoso”.

“Tú eres mi Señor porque no tienes necesidad de mis buenas obras”.

“Tú nos has creado para ti, y nuestro corazón no está quieto hasta que descanse en Ti”.

“Tú que me eres más interior que mis cosas más íntimas; tú dentro, en mi corazón”.

“Un amigo es la mitad del alma de una persona”.

 “Una cosa es la solidez de la grandeza, y otra la inanidad del fatuo”.

“Una cosa es observar la tierra de la paz desde una cúspide selvática, y otra muy distinta es recorrer el camino que conduce a dicha tierra”.

“Una cosa no es necesariamente cierta porque esté mal pronunciada, ni es falsa porque se hable magníficamente”.

“Una es la verdad que ilustra a las almas santas; pero como son muchas las almas, puede decirse que en ellas hay muchas verdades, como de una misma cara en los espejos aparecen muchas imágenes”.

“Una virtud simulada es una impiedad duplicada: a la malicia une la falsedad”.

“Voluntad es agraciar como lo es el caballo para el jinete”.

“Volved. ¿Adónde? Al Señor. Es pronto todavía. Vuelve primero a tu corazón; como en un destierro andas errante fuera de ti. ¿Te ignoras a ti mismo y vas en busca de quien te creó?”.

“Yo, en verdad, no creería en el evangelio si no me impulsase a ello la autoridad de la Iglesia católica”.

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