William Shakespeare

Frases del Poeta William Shakespeare

Biografía Breve de William Shakespeare.

William Shakespeare nació en Stratford-Upon-Avon, Warwickshire, Reino de Inglaterra el 23 de abril de 1564, fue un actor, dramaturgo y uno de los más famosos poetas de la literatura universal, era conocido como el Bardo de Avon.

Aunque no se conocen muchos detalles de su vida, se puede afirmar que fue bautizado el 26 de abril de 1564 en la Capilla de la Santísima Trinidad de Avon. A los 18 años se casa con Anne Hathaway de 26, con quien tiene una hija Susanna, y unos mellizos Hamnet (muere en 1596) y Judith.

Aproximadamente en 1592, se sitúa a William Shakespeare en Londres trabajando como dramaturgo. En 1598 vivía en St Helen, Bishopsgate. En donde se convierte en copropietario de una compañía teatral Lord Chamberlain’s Men, aunque también se le conoce como un acaudalado comerciante y poseedor de bienes raíces.

Al incendiarse el teatro El Globo, se pierden la mayoría de sus obras, es por ello que existe mucha controversia alrededor de este gran escritor.

El 23 de abril (calendario juliano) o 3 de mayo de 1616 en el calendario gregoriano, muere unos de los más célebres poetas de todos los tiempos, no se conocen descendientes vivos del escritor.

Sus obras han alcanzado mucha fama desde el siglo XIX y se han considerado como lo mejor de la literatura universal y quizás unos de los mejores escritores ingleses, sus obras más conocidas son Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, Cleopatra, El Rey Lear y Macbeth, y han sido adaptadas al cine y el teatro.

327 Frases de Shakespeare.

“¡Ay señor! Ser honesto, tal como va el mundo es ser un hombre escogido entre diez mil”.

“¡Fragilidad, tienes nombre de mujer!”.

“¡La culpa, querido Brutus, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos que consentimos en ser inferiores!”.

“¡Me basta con poder llamarla mía!”.

“¡Oh amor poderoso!, que a veces hace de una bestia un hombre, y otras de un hombre una bestia”.

“¡Oh, qué hermosa apariencia tiene la falsedad!”.

“A fin de cuentas, lo cierto es cierto”.

“A mayor talento, en la mujer, mayor indocilidad”.

“A aquellos que matan las palabras, los termina de matar el silencio”.

“Agitándonos para alcanzar lo mejor, maleamos a menudo lo bueno”.

“Ahora es el invierno de nuestro descontento”.

“Al nacer, lloramos porque entramos en este vasto manicomio”.

“Algunas caídas son el medio para levantarse a situaciones más felices”.

“Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma”.

“Allí en el suelo, borracho de sus propias lágrimas”.

“Ama a todos, confía en pocos, no hagas daño a ninguno”.

“Ama ahora mientras vivas, ya que muerto no lo podrás lograr”.

“Antes de tocar tus labios quiero tocar tu corazón, y antes de conquistar tu cuerpo quiero conquistar tu amor”.

“Antes que nada ser verídico contigo mismo. Y así, tan cierto como que la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie”.

“Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable; pero dejad que las malas noticias se revelen por sí solas”.

“Aquel que es realmente tu amigo acudirá en tu ayuda cuando la necesites: Si estas triste, llorará; si estas en vela, no podrá dormir; así, de cada pena del corazón contigo compartirá la carga. Estas son señales ciertas para distinguir al amigo fiel del enemigo adulador”.

“Asume una virtud si no la tienes”.

“Aunque seas tan casto como el hielo y tan puro como la nieve no escaparás de la calumnia”.

“Avaro sin provecho, ¿por qué empleas suma tan grande, si vivir no logras?”.

“Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos”.

“Como llegan lejos los rayos de aquella pequeña bujía, así brilla una buena acción en un mundo salvaje”.

“Comprarla a cambio de demasiadas preocupaciones es perder la vida”.

“Con el cebo de la mentira se pesca una carpa de verdad”.

“Con frecuencia pedimos al cielo recursos que residen en nosotros mismos. El destino celeste nos deja libres en nuestras acciones y no retarda nuestros designios, sino cuando somos lentos en ejecutarlos”.

“Conservar algo que me ayude a recordarte seria admitir que te puedo olvidar”.

“Considero cobarde y vil apresurar el curso de la vida por temor a lo que pueda sobrevenir”.

“Cualquiera puede dominar un sufrimiento excepto el que lo siente”.

“Cuán más afilado que un diente de serpiente es tener un hijo ingrato”.

“Cuando afirmé que moriría soltero es que no pensaba vivir hasta que me casara”.

“Cuando llegan las desdichas, no llegan solas, como escuchas de una avanzadilla, sino en batallones”.

“Cuando son dos a cabalgar en un caballo, uno de ellos tiene que ir detrás”.

“Cuanto más grande es la prueba, más glorioso es el triunfo”.

“Cuanto mejor sea el objetivo, más precisa es nuestra puntería”.

“Cuanto te vi me enamoré y tu sonreíste porque lo sabías”.

“Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo”.

“Dad palabra al dolor: el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe”.

“De lo que tengo miedo es de tu miedo”.

“De todas las bajas pasiones, el miedo es sin duda la más maldita”.

“De todas las maravillas que he oído, la que mayor asombro me causa es que los hombres tengan miedo”.

Frases de Jorge Luis Borges

“Deja en libertad a tus ojos: contempla otras bellezas”.

“Dejemos a los amantes y a esas imaginaciones ardientes, a esas extravagantes fantasías que van más allá de lo que la razón puede percibir”.

“Dejemos esclarecer por el tiempo las dudas. La fortuna conduce al puerto muchos barcos sin piloto”.

“Dios os ha dado una cara y vosotros os hacéis otra”.

“Donde hay pocas palabras, más peso tienen”.

“Donde mueren las palabras nace la música”.

“Dos lindas bayas modeladas sobre el mismo tallo. Así es como dos cuerpos visibles, no teníamos más que un solo corazón”.

“Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo”.

“Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nuestros vicios”.

“El abuso de la grandeza viene cuando se separa la clemencia del poder”.

“El alcohol provoca el deseo pero frustra la ejecución”.

“El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia”.

“El amor de los jóvenes no está en el corazón, sino en los ojos”.

“El amor es demasiado joven para apreciar lo que es conciencia, y, sin embargo, todos saben que la conciencia es engendro del amor”.

“El amor es un humo que sale del vaho de los suspiros; al disiparse, un fuego que chispea en los ojos de los amantes; al ser sofocado, un mar nutrido por las lágrimas de los amantes; ¿qué más es? Una locura muy sensata, una hiel que ahoga, una dulzura que conserva”.

“El amor es un loco tan leal, que en todo cuanto hagáis, sea lo que fuere, no halla mal alguno”.

“El amor huye de aquellos que lo persiguen, y persigue a aquellos que huyen de él”.

“El amor nace, vive y muere en los ojos”.

“El amor no mira con los ojos, sino con el alma”.

“El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras”.

“El amor puede transformar las cosas bajas y viles en dignas y excelsas”.

“El amor se arma de paz contra el poder, contra la razón, contra el honor, y dulcifica, en medio de las penosas angustias que causa, la amargura de todas las violencias, de todos los golpes, de todos los temores”.

“El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen”.

“El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos está también nuestro aprendizaje”.

“El aspecto exterior pregona muchas veces la condición interior del hombre”.

“El buen predicador es el que sigue sus propios preceptos”.

“El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de plumas”.

“El celoso no lo es por un motivo: lo es porque lo es. Los celos son un monstruo engendrado y nacido de sí mismo”.

“El desdichado no tiene otra medicina que la esperanza”.

“El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.

“El dinero es la felicidad humana en abstracto; en consecuencia, aquel que no es capaz de ser feliz en concreto, pone todo su corazón en el dinero”.

“El dinero vale por veinte oradores”.

“El fin violento del placer violento, muere triunfando como fuego y pólvora que se consumen en su propio beso”.

“El hombre arruinado lee su condición en los ojos de los demás con tanta rapidez que él mismo siente su caída”.

“El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras”.

“El hombre sin espíritu musical y que no se conmueve con la armonía de dulces sonidos, es capaz de todas las traiciones, insidias y latrocinios”.

“El infierno está vacío, todos los demonios están aquí”.

“El mal puede citar las sagradas escrituras para sus propósitos”.

“El mismo diablo citará las sagradas escrituras si viene bien a sus propósitos”.

“El mundo entero es un teatro”.

“El mundo es un escenario y todos los hombres y mujeres son meros actores, tienen sus salidas y sus entradas; y un hombre puede representar muchos papeles”.

“El necio piensa que es discreto; pero el discreto reconoce que es un necio”.

“El pasado es un prólogo”.

“El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad”.

“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe”.

“El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas”.

“Él piensa mucho: hombres así son peligrosos”.

“El placer y la acción hacen aparecer breves las horas”.

“El pobre contento es rico y bien rico; quien nada en riquezas y teme perderlas es más pobre que el invierno”.

“El poeta es un espía de Dios”.

“El precio de las cosas debería depender de su mérito, jamás de su epíteto”.

“El que gusta de ser adulado es digno del adulador”.

“El que muere paga todas sus deudas”.

“El que no se ama a sí mismo no puede amar a nadie”.

“El que se quita veinte años de vida, se quita otros tantos de temor a la muerte”.

“El que va demasiado aprisa llega tan tarde como el que va muy despacio”.

“El resto es silencio”.

“El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho”.

“El silencio no es una señal de insensibilidad. Truena sólo aquello que está vacío por dentro”.

“El tejido de nuestra vida está hecho con un tejido mixto, bueno y malo”.

“El tiempo no vuelve atrás, por lo tanto, planta tu jardín y adorna tu alma en vez de esperar a que alguien te traiga flores”.

“El traje denota muchas veces al hombre”.

“El amor verdadero no sabe hablar porque el sentimiento verdadero se expresa mejor con acción, no con palabras”.

“El éxito del chiste depende del que lo escucha, no de quien lo dice”.

“El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones”.

“El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad”. (También atribuida a Henry van Dyke).

“Ello es, Horacio, que en el cielo y en la tierra hay más de lo que puede soñar tu filosofía”.

“En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber”.

“En las cosas humanas hay una marea que si se toma a tiempo conduce a la fortuna; para quien la deja pasar, el viaje de la vida se pierde en bajíos y desdichas”.

“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser”.

“En todo cuanto se hace se es más ardiente al intentarlo que al disfrutarlo”.

“En un minuto hay muchos días”.

“Entre la majestad y un hombre oscuro, no hay otra diferencia que la pompa visible”.

“Era siempre su voz suave, gentil, humilde; cosa excelente en una mujer”.

“Es a ti, otro yo mismo a quien elogio”.

“Es amor bien pobre el que puede evaluarse”.

“Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”.

“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”.

“Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”.

“Esa engañosa palabra “mañana, mañana, mañana”, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa”.

“Ese país desconocido del que no vuelve ningún viajero”.

“Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo”.

“Estos transportes violentos tienen un fin igualmente violento y mueren en pleno triunfo, como el fuego y la pólvora, que, al besarse, se consumen. La miel más dulce empalaga por su mismo excesivo dulzor, y, al gustarla, embota el paladar. Ama, pues, con mesura, que así se conduce el verdadero amor. Tan tarde llega el que va demasiado aprisa como el que va demasiado despacio”.

“Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante; pero usar de ella como un gigante es propio de un enano”.

“Fuertes razones, hacen fuertes acciones”.

“Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida”.

“Hacer o no hacer, aquí no hay intentos”.

“Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible”.

“Hasta la propia virtud se convierte en vicio cuando es mal aplicada”.

“Hay para mí más peligro en tus ojos que en afrontar veinte espadas desnudas”.

“Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos”.

“Hay singular providencia en la caída de un pájaro”.

“Hay sonrisas que hieren como puñaladas”.

“Hay una divinidad que forja nuestros fines, por mucho que queramos alterarlos”.

“Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro”.

“Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende”.

“Ignoro por qué capricho extraño puede el hombre robarse a sí propio el tesoro de la vida, cuando la vida, por sí misma, a cada instante corre a entregarse a la muerte”.

“Jamás viene la fortuna a manos llenas, ni concede una gracia que no haga explicar con un revés”.

“Juzgar a otro es juzgarse a uno mismo”.

“La aflicción hace de una hora diez”.

“La autoestima no es tan vil como la desestimación de uno mismo”.

“La belleza puede transformar la honestidad en alcahueta antes que la honestidad vuelva honesta a la belleza”.

“La belleza, sin necesidad de valedores, persuade por sí misma los ojos de los hombres”.

“La brevedad es el alma del ingenio”.

“La calumnia vive hereditariamente y se establece a perpetuidad allí donde toma posesión”.

“La clemencia que perdona a los criminales es asesina”.

“La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.

“La concisión es el alma del ingenio”.

“La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que nos priva de hacer muchas cosas buenas, sin más razón que la de no resolvernos e intentarlas”.

“La dulce piedad es el símbolo de la verdadera grandeza”.

“La edad no puede marchitarla, ni la costumbre debilitar la variedad infinita que hay en ella. Las demás mujeres sacian los apetitos a que dan pasto; pero ella, cuanto más satisface el hambre, más la despierta”.

“La ira es un caballo fogoso; si se le da rienda suelta se agota pronto por un exceso de ardor”.

“La ira es un veneno que uno toma esperando que muera el otro”.

“La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo”.

“La lealtad tiene el corazón tranquilo”.

“La lección de la locura: ajusta el pensamiento y el recuerdo”.

“La lluvia ligera suele tener duración larga, pero las grandes tempestades son repentinas”.

“La locura acierta a veces cuando el juicio y la cordura no dan fruto”.

“La mejor parte del valor es la discreción”.

“La memoria es el centinela del cerebro”.

“La mente del hombre es de mármol; la de la mujer de cera”.

“La miseria depara al hombre extraños compañeros de cama”. ”.

“La mujer es un manjar digno de los dioses cuando no lo guisa el diablo”.

“La mujer ligera hace pesado al marido”.

“La música es el alimento espiritual de los que viven de amor”.

“La naturaleza que ultraja su origen no tiene en sí freno que la sujete”.

“La paz y la abundancia engendran cobardes; la necesidad fue siempre madre de la audacia”.

“La pena, más que cordial, es un corrosivo para los males que no tiene cura”.

“La política está por encima de la conciencia”.

“La prosperidad es el más seguro lazo de amor”.

“La vida es como un cuento relatado por un idiota. Un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido”.

“La virtud misma no puede librarse de los golpes de la calumnia”.

“La virtud no se puede injertar en nuestro viejo tronco sin que quede algún resabio”.

“La alegría es la salsa de las cenas”.

“La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que nos priva de hacer muchas cosas buenas, sin más razón que la de no resolvernos e intentarlas”.

“La juventud, aún cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo”.

“La locura tiene su propia lógica”.

“La mayoría de las personas prefiere las tonterías en lugar de la sabiduría, porque las tonterías divierten mientras que la sabiduría entristece”.

“La prosperidad es el más seguro lazo de amor”.

“Lágrimas hay para su afecto, gozo para su fortuna, honra para su valor y muerte para su ambición”.

“Lamentar un infortunio pasado, y que no existe, es la más segura vía de crearse otro infortunio”.

“Las heridas que no se ven son las más profundas”.

“Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara”.

“Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren”.

“Las medidas templadas son peligrosas cuando el mal es violento”.

“Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón”.

“Las palabras sin afectos, nunca llegarán a oídos de Dios.

“Las sensaciones extremas, cuando se prolongan, acaban por no sentirse”.

“Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados”.

“Lee el decreto tú mismo: ya que pides justicia, ten por cierto que tendrás más justicia de la que deseas”.

“Ligerezas como el aire son para el celoso fuertes confirmaciones, como un testimonio de las sagradas escrituras”.

“Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes”.

“Lo bonito y lo feo no existen, es el pensamiento lo que hace que así sean”.

“Los actos contra la naturaleza engendran disturbios contra la naturaleza”.

“Los amigos que tienes y cuya amistad la hayas puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero”.

“Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte. Los valientes prueban la muerte sólo una vez”.

“Los espíritus atrevidos trepan rápidamente a las cimas”.

“Los grandes sufrimientos se exacerban a la vista de los que podrían aliviarlos”.

“Los hombres poderosos tienen manos que alcanzan lejos”.

“Los males desesperados se alivian con remedios desesperados, o no tienen alivio”.

“Los mejores hombres son los de pocas palabras”.

“Los peligros visibles nos atemorizan menos que los horrores imaginarios”.

“Los placeres violentos terminan en la violencia y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz”.

“Los puñales, cuando no están en la mano, pueden estar en las palabras”.

“Los que no saben gobernar, que obedezcan”.

“Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes”.

“Maestro quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños”.

“Malgasté el tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí”.

“Más hechos y menos arte”.

“Más vale ser despreciado y saberlo, que vivir adulado y tenido siempre en desprecio”.

“Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones”.

“Mendigo como soy, también soy pobre en agradecimiento”.

“Mi corona está en el corazón, no en mi cabeza”.

“Mi amor es tan loco que no le veo los defectos”.

“Mi corazón está siempre a vuestro servicio”.

“Mil muertes nos rodean, y nosotros tememos a aquella que pondría fin a tantos males”.

“Mira que a veces el demonio nos engaña con la verdad, y nos trae la perdición envuelta en dones que parecen inocentes”.

“Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo”.

“Miserable es el amor que puede ser remedio”.

“Morir, dormir, tal vez soñar ¡Ay! Ahí está el problema, pues lo que podemos soñar después de despojarnos de esta envoltura carnal debe hacernos reflexionar”.

“Muchas veces tenemos por amor lo que es verdadera desgracia”.

“Muestra tu valor y envaina la espada”.

“Nada envalentona tanto al pecador como el perdón”.

“Nada hay serio en el destino humano”.

“Nada más elocuente que la elección”.

“Nadie admira la celeridad, como no sea el negligente”.

“Nadie es culpable cuando todos desatinan”.

“Naturaleza presta y no regala, y, generosa, presta al generoso”.

“Ni el mármol, ni los dorados monumentos de los príncipes podrán sobrevivir al poder de esta intensa rima”.

“Ningún legado es tan rico como la honestidad”.

“No basta hablar; hay que hablar veraz”.

“No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después”.

“No confiéis en quien haya perdido la fe”.

“No ensucies la fuente donde has apagado tu sed”.

“No es oro todo lo que reluce”.

“No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así”.

“No hay marido peor que el mejor de los hombres”.

“No hay nada tan común como el deseo de ser elogiado”.

“No hay quien sea enteramente inaccesible a la adulación, porque el hombre mismo que manifestase aborrecerla, en alabándole de esto, es adulado con placer suyo”.

Frases de Mario Benedetti

“No hay tinieblas sino en la ignorancia”.

“No merece gustar la miel quien se aparta de la colmena porque las abejas tienen aguijón”.

“No os fiéis de las tablas podridas”.

“No pidas ni des prestado a nadie, pues el prestar hace perder a un tiempo el dinero y al amigo”.

“No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande”.

“No tientes a un hombre desesperado”.

“No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino”.

“No tratemos de alabar lo que intentamos vender”.

“No hay nadie que sea suficientemente bueno para enseñarles a los demás”.

“Nosotros debemos nuestra vida a Dios, por eso si se la pagamos hoy, no se la deberemos mañana”.

“Nuestras dudas son traidores que con frecuencia nos hacen perder el bien, que habríamos podido ganar, con el temor de intentarlo”.

“Nunca hay pecado en seguir la propia vocación”.

“Ocurra lo que ocurra, aun en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan”.

“Oír con los ojos es una de las agudezas del amor”.

“Oro, veneno más funesto para el alma de los hombres y causante de más muertes en este mundo abominable que cualquier veneno prohibido”.

“Para conseguir una llama grande hemos de comenzar con prenderla con pequeñas pajitas”.

“Para engañar a los tiempos confórmate a sus mandatos”.

“Para lograr éxito en cualquier asunto se necesita una cierta dosis de locura”.

“Penséis lo que penséis, creo que no están de más las buenas palabras”.

“Podéis hacerme abdicar de mis glorias y de mi estado, pero no de mis tristezas. ¡Todavía soy rey de mis amarguras!”.

“Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito”.

“Por el cosquilleo de mis pulgares, algo maligno viene hacia mí”.

“Por qué pedir al cielo lo que está en nuestras propias manos”.

“Prefiero a un necio que me alegra a una experiencia que me amarga”.

“Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Escucha las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión”.

“Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien”.

“Prudente padre es el que conoce a su hijo”.

“Que después de un combate demasiado ligero, no parezca ligero el galardón”.

“Quien quiera comer la nuez ha de romper la cáscara”.

“Quien saque como vosotros bien del mal, y haga amigo al enemigo, llevará la bendición de Dios”.

“Quien se complace en ser adulado es digno del adulador”.

“Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde”.

“Sabemos lo que somos, no lo que podemos ser”.

“Sabes que has tenido un padre… ¡Que tu hijo pueda reconocer también lo mismo!”.

“Sazona tu admiración por algún tiempo”.

“Sé casto como el hielo y puro como la nieve, y no escaparás jamás de la calumnia”.

“Sé de mil ilustres varones que han lisonjeado al pueblo sin hacerse amar nunca de él, y de otros mil a quienes el pueblo ha amado sin explicarse el motivo”.

“Se murió mi amigo Bronco, se fue a ver qué hay más allá”.

“Sé para ti mismo lo que quisieras ser para tu mejor amigo”.

“Se puede hacer mucho con el odio, pero más aún con el amor”.

“Se ríe de las cicatrices quién nunca ha sentido una herida”.

“Ser de tal o cual manera depende de nosotros. Nuestro cuerpo es un jardín y nuestra voluntad, la jardinera”.

“Ser o no ser. Esa es la pregunta”.

“Sería muy poco feliz si pudiera decir hasta qué punto lo soy”.

“Si a cada cual se le diese su merecido, ¿qué hombre podría escapar del látigo?”.

“Si bien amor toma a la razón por médico, no le admite nunca consejero”.

“Si con dar un solo golpe se atajaran las consecuencias y el éxito fuera seguro…, yo me lanzaría de cabeza desde el escollo de la duda al mar de una existencia nueva”.

“Si el dinero va por delante, todos los caminos se abren”.

“Si el hombre fuera constante, sería perfecto”.

“Si eres honesta y bella, tu honestidad no debe permitir el trato con tu belleza”.

“Si hacer fuera tan fácil como saber lo que hay que hacer, las capillas serían iglesias y las cabañas de los pobres, palacios de príncipes”.

“Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento”.

“Si los hados quieren hacerme rey, lo harán sin que yo busque la corona”.

“Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado”.

“Si nos pinchan, ¿acaso no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿acaso no reímos? Si nos envenenan, ¿acaso no morimos? Y si nos agravian, ¿no debemos vengarnos? ”.

“Si perdemos el día de hoy en la holganza, lo mismo nos sucederá mañana, y peor todavía pasado mañana. Agarremos los instantes por la punta”.

“Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio”.

“Si todo el año fuera fiesta, divertirse sería tan tedioso como el trabajo”.

“Si viene ahora, no vendrá luego. Si no viene luego, vendrá ahora. Si no viene ahora, vendrá un día. Todo es estar preparado”.

“Si las palabras hirientes dejaran marcas, todos estaríamos manchados”.

“Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños”.

“Soy feliz en mis amigos”.

“Sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos”.

“Tan imposible es avivar la lumbre con nieve como apagar el fuego del amor con palabras”.

“Te juro que es mejor ser engañado que sospecharlo una pizca”.

“Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes”.

“Toda nube no engendra una tempestad”.

“Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor”.

“Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto”.

“Un hombre sólo muere una vez”.

“Una buena conciencia vale mil espadas”.

“Una cara mentirosa debe ocultar lo que sabe un corazón falso”.

“Una rosa huele a rosa aunque se le dé otro nombre”.

“Uno puede sonreír y sonreír, siendo un infame”.

“Vale más comer un jamón que implorar una recompensa que se tiene ya merecida”.

“Vale más tener un modesto origen y vivir satisfecho entre los humildes, que pavonearse en un enojo espléndido y revestir una tristeza de oro”.

“Vale más un buen amor que mil costales de oro”.

“Vamos, pues, porque es vano buscar aquí a quien no quiere ser encontrado”.

“Vana carrera cuando huye el valor y persigue el miedo”.

“Vivirás mientras alguien vea y sienta y esto pueda vivir y te dé vida”.

“Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo, pues de ello se sigue, como el día a la noche, que no podrás ser falso con nadie”.

“Ya eres viejo… Tu naturaleza se encuentra muy próxima a su límite”.

“Ya veo que los locos están sordos. No puede ser menos si los sabios están ciegos”.

“Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza”.

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